Guía de Lhasa

Debido a las exigencias de clima y geografía, la cocina del Tibet es bastante limitada. Su alimento de primera necesidad es el tsampa, una masa de harina de cebada tostada que suelen mojar en una mezcla de té y mantequilla de yak. Desde luego se trata de un sabor muy peculiar que no está al alcance de muchos turistas.

Mucho más sabroso son los momos, unas empanadillas rellenas de carne, queso o verduras, que se toman hervidas, fritas o en sopa. La carne de yak está también en todas partes; son populares sobre todo el yak-burger y el yak-steak.

Dicho lo anterior, en Lhasa se pueden encontrar restaurantes de todo tipo, que combinan la cocina tibetana con platos indios, japonesas, mejicanos o chinos.